Todos juntos y muertos (Charlaine Harris)

Traicionada por su amor vampiro de toda la vida, la camarera de Luisiana, Sookie Stackhouse no sólo tiene que lidiar con un posible hombre nuevo en su vida ––el guapísimo Quinn, que se convierte en bestia–– sino que también tendrá que enfrentarse con una cumbre vampírica que se viene planeando desde hace tiempo. Con su base de poder debilitada por el huracán que asoló a Nueva Orleáns, la reina vampiro local es ahora más vulnerable para aquellos que están hambrientos por conseguir el poder. Sookie tendrá que decidir rápidamente de qué lado está. Y en su elección puede estar la diferencia entre la supervivencia y la catástrofe total…

No lo puedo negar, tengo auténtica afición por las novelas de esta saga. Este libro en concreto es el séptimo que narra las aventuras de Sookie y sus amigos vampiros.

En esta entrega, Sookie se ve, como siempre, envuelta en una serie de acontecimientos no exentos de acción y peligro. Su relación con Quinn, un tigre de bengala que ya toma protagonismo en el libro anterior, sigue adelante. Barry, el único telépata que Sookie ha tenido oportunidad de conocer, vuelve a aparecer en escena y ambos deberán hacer uso de sus habilidades a favor de los vampiros. Mi personaje favorito, sin ninguna duda, sigue siendo Eric, el cual toma algo más de protagonismo esta vez teniendo en cuenta que en el libro anterior no aparece demasiado. Bill sigue bastante ausente, ya no tiene la relevancia que tenía en los primeros libros, cosa que debo admitir no echo nada de menos. En definitiva, hay muchos personajes involucrados en la historia, a decir verdad en algún momento admito incluso haberme liado un poco con tantos nombres.

En general, es una novela entretenida para pasar un buen rato de ocio, no cabe decir que seguiré con el octavo y más allá. Deseando estoy que empiece este verano la siguiente temporada en serie de TV, ¡no me la voy a perder!

Lee aquí las primeras páginas de Todos juntos y muertos.