El tiempo que querría (Fabio Volo)

Lorenzo no sabe amar, o simplemente jamás ha sabido demostrarlo. Ahora, a los treinta y siete años, tiene ante sí dos amores difíciles de su pasado, que debe reconquistar, que debe reconstruir. Dos llamadas de teléfono, dos noticias inesperadas le obligan a emprender un viaje a los recuerdos, a su trayectoria personal y a esos sentimientos, los más auténticos, que siempre ha guardado en lo más hondo.

Una historia sobre esos instantes que definen nuestra vida, y esas pequeñas lecciones que no deberíamos dejar escapar. Porque siempre se está a tiempo de comprender, perdonar, luchar, sentir, agradecer y amar.


Hace dos años que Lorenzo la perdió, ella se fue y él no fue capaz de hacer nada por impedirlo. A pesar de ello, en todo este tiempo no ha sido capaz de olvidarla. Casualmente descubre que ella está a punto de casarse con otro y este es un hecho que lo trastoca por completo y le hace volver una y otra vez al pasado recordando cada instante que pasó con ella. A su vez, la relación con su padre también ocupa gran parte de sus pensamientos. Hay muchas cosas que querría haber dicho o hecho y que han quedado en el tintero.

"Habían pasado dos años: una eternidad. En dos años he perdido una infinidad de emociones que ya no recuperaré. Con mi padre y con ella, he perdido multitud de oportunidades. Es es el tiempo que querría."

La narración es muy ágil, fresca, muy fluida y los capítulos cortitos facilitan mucho la lectura. De boca del propio protagonista podemos ir conociendo las dos historias que nos quiere contar, por un lado lo que concierne a su relación con ella, la que se ha marchado, esa ella cuyo nombre no conoceremos hasta alcanzar la última página del libro. Y por otra parte nos muestra una buena dosis de su niñez y adolescencia, de la relación con su padre y la situación actual en la que se encuentra respecto a la misma.

Me ha gustado muchísimo el libro, lo he devorado. Me ha atrapado ya desde la primera página y he sentido que es una historia cercana, real, emocionante y en la que fácilmente podemos reconocer a alguien en alguno de los protagonistas o incluso a nosotros mismos. He disfrutado muchísimo leyendo. Me ha hecho pensar sobre las relaciones, lo difícil que nos resulta a veces mostrar sentimientos y sobre la intensidad de los mismos. La lectura ha sido muy gratificante, tanto que me ha dado pena terminarlo. ¡Un diez para Fabio Volo!

"Al poco tiempo la lectura se convirtió para mí en una droga. Leía sin parar, algunos libros los terminaba en una sola noche. Había historias que me gustaban tanto que aflojaba el ritmo, no pasaba de cierta página porque no quería que acabase tan rápido."