La Tabla Esmeralda (Carla Montero)

Madrid 2012. Ana García se ve involucrada en la búsqueda de El Astrólogo, el desaparecido lienzo de Giorgione (pintor del siglo XV). Ana inicia la investigación empujada por su novio Konrad, un rico empresario 20 años mayor que ella y coleccionista de arte que se ve motivado a realizar la búsqueda debido al descubrimiento de una carta fechada en la Segunda Guerra Mundial la cual le incita a pensar que el lienzo existe, pues es un cuadro que en la actualidad no figura en ninguna parte y cuyo valor promete ser importante. Ana se embarca en la aventura y busca la ayuda de Alain Arnoux, doctor de la Universidad de la Sorbona, especialista en localizar obras de arte expoliadas por los nazis.

París 1942. Sarah Bauer huye a París tras la detención de su padre y lo hace llevando consigo el lienzo de El Astrólogo, pues su familia ha sido la última propietaria del mismo. Georg von Bergheim, comandante de la SS, persigue dicho cuadro bajo las órdenes del mismísimo Hitler, pues se le supone un importante secreto que ha permanecido durante siglos.

Cabe decir que la novela tiene más de 700 páginas, cosa que me hizo pensar en la posibilidad de que se hiciera pesado leer un libro de la temática que trata y con tantas hojas; sin embargo, la historia me ha resultado tan apasionante que apenas he tenido ocasión de darme cuenta y ya lo había terminado. Es un lectura ágil, amena, con un argumento bien tramado que consigue mantener el interés del lector hasta el final.

Carla Montero

Respecto a los personajes, las protagonistas indiscutibles de la historia son Ana y Sarah, las dos mujeres que viven épocas distintas pero con un nexo en común: el lienzo de Giorgione. Sarah y Georg von Bergheim son los que más interesantes me han resultado, este último sobre todo me ha gustado especialmente por aquello de ser un malo con conciencia.

Me ha gustado muchísimo la ambientación de ambas historias, sobre todo la de la época nazi, pues creo que el objetivo de la autora ha sido centrarse principalmente en aquella etapa tan dura de nuestra historia y destacar por encima de todo el tema de la expoliación de obras de arte.

Si bien es una novela extensa, me repito y vuelvo a decir que se lee en nada, es una historia que bien merece el tiempo que el lector dedica a su lectura. Si aún no os habéis decidido, no lo dudéis y dadle una oportunidad, lo más probable es que no os decepcione y podáis pasar, como yo, unas cuantas horas de buena lectura.